Cierta vez preguntaron a una madre cuál era su hijo preferido, aquel que ella mas amaba. Ella, dejando entrever una sonrisa, respondió:"Nada es más voluble que un corazón de madre, y, como madre, le respondo:
el hijo dilecto, aquel a quien me dedico en cuerpo y alma:
- Es mi hijo enfermo, hasta que sane.
- El que partió, hasta que vuelva.
- El que está cansado, hasta que descanse.
- El que está con hambre, hasta que se alimente.
- El que está con sed, hasta que beba.
- El que está estudiando, hasta que aprenda.
- El que está desnudo, hasta que se vista.
- El que no trabaja, hasta que se emplée.
- El que se enamora, hasta que se case.
- El que se casa, hasta que conviva.
- El que es padre, hasta que los críe.
- El que prometió, hasta que cumpla.
- El que debe, hasta que pague.
- El que llora, hasta que calle.
Gracias por el aporte Ana Mingrino
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